Una Isla Imposible - un proyecto más allá del tiempo y el espacio

Todo en el arte parte de dos grandes efectos del tiempo y el espacio; el esfuerzo y la casualidad. Cuando hace unos meses nos reuníamos en mi casa Andrés Delgado (pintor), Heidi Medina (su mujer), Juan Carlos de Sancho (escritor) e Isidro (artista) se conjugaron infinidad de frases, palabras, ideas. 


A modo de juego Juan Carlos de Sancho nos lanzó preguntas mudas a las que nosotros teníamos que responder con brevedad y rapidez. Una pregunta fue ¿Qué es una isla? ... alguien respondió: Imposible.


¿Imposible? ¿Puede ser una isla algo imposible? A veces sí. Ese mismo día inauguraba en mi cuarto de estar un cuadro de Andrés Delgado que me había enamorado desde el primer instante en que él lo puso sobre el caballete de su estudio, acompañado de la fotógrafa Olga Simón. Aquella imagen era imposible. Era la mejor definición de imposibilidad. A pesar de ser mayor el espacio oscuro del lienzo, uno dirigía la mirada directamente a la luz, a las dos franjas de color. Era una especie de medidor de la actitud; un ser en la sombra miraría a lo negro, una persona que camina hacia la luz - aunque sólo sea muy de vez en cuando - ve la luz y casi no repara en el caos.


Así nació este proyecto que hasta el día de hoy ha permanecido en secreto para Andrés Delgado (autor del cuadro). Un concepto en el que trabajé desgranando el cuadro en nueve cuadrados, fijando los versos en los detalles individuales de un paisaje inmenso. A veces vemos las totalidades perdiendo la grandeza de sus infinitudes, de sus minimizaciones.


Ahora sin más el proyecto debe darse como surgió, con amistad y generosidad. Hoy es para todos. También como homenaje a todas las ideas que ese día se trataron de universalidad, camaradería,... pero sobre todo como homenaje y agradecimiento a un gran amigo, a un hermano, a quien debo y deberé mucho, feliz de tener esa deuda. Espero que lo disfruten.